Balance 2024
- “Se ha vivido un año convulso, con el sector en la calle, precios de ruina para el caprino de leche, el aumento de casos de lengua azul en el ganado ovino; y el cambio climático, pasando factura en forma de sequía y DANA”, indica Antonio Rodríguez, secretario Provincial de COAG Málaga y Responsable de Ganadería de COAG Andalucía
- COAG Málaga encara el próximo año desde el análisis y la reflexión, para centrar las futuras áreas de trabajo sobre las necesidades concretas del campo
27 diciembre 2024.- “Se ha vivido un año convulso, con el sector en la calle, precios de ruina para el caprino de leche, el aumento de casos de lengua azul en el ganado ovino; y el cambio climático, pasando factura en forma de sequía y DANA”, indica Antonio Rodríguez, secretario Provincial de COAG Málaga y Responsable de Ganadería de COAG Andalucía.
Así el sector del caprino de leche ha sido una de las áreas más afectadas por las crisis de precios y los desmanes de la industria. COAG Málaga ya alertó en marzo de la situación dramática en la que se había sumergido el sector con casi un centenar de explotaciones obligadas a echar el cierre en la comunidad autónoma y con una parte de la industria reduciendo a 25 céntimos el precio del litro de leche de cabra en los nuevos contratos, es decir, unos precios muy por debajo de los costes de producción. COAG Málaga intervino en ese momento exigiendo responsabilidades políticas y a la industria láctea, además de poniendo en valor la calidad de la producción andaluza, y denunciando la especulación que estaba sufriendo el sector viendo cómo se estaba importando leche barata de otros países. Así, desde la organización agraria, se exigió una intervención contundente al Ministerio de Agricultura para controlar la legalidad de los precios en origen (que nunca pueden estar por debajo de los costes de producción) y a la Junta de Andalucía para defender un sector imprescindible en las zonas rurales andaluzas y que, a día de hoy, sigue en peligro de desaparición si no se continúa trabajando en su estabilización y valorización.
La lengua azul amenaza al ganado ovino andaluz
El final del año se está viviendo desde la desesperación por parte de los ganaderos/as del sector ovino, principalmente, quienes contemplan cómo asciende el número de casos de lengua azul entre sus cabañas ganaderas sin obtener una respuesta clara y contundente de las instituciones competentes. Así la ganadería ovina andaluza, de especial presencia en las provincias de Sevilla, Huelva y Málaga, se está viendo afectada en gran medida por este contagioso virus, transmitido por la picadura de un mosquito. La alarma ha llegado, además, en el peor momento posible, durante la campaña de Navidad. Una situación que ha obligado a esta organización agraria a reclamar ayudas directas y urgentes para esta cabaña ganadera que se encuentra a pocos pasos del cierre de sus explotaciones.
El campo se levanta frente a las importaciones masivas y sin control
El año ha comenzado y terminado con una misma amenaza cerniéndose sobre sus profesionales, las importaciones masivas y sin control con terceros países marcaron la agenda de las movilizaciones a finales de enero y febrero, obligando a los profesionales del campo a abandonar sus explotaciones para lanzarse a las calles la capital malagueña, Antequera y otros puntos decisivos de la provincia, en un llamativo intento de concienciar sobre las consecuencias de esta tendencia en las políticas nacionales y europeas, y que presentarán fatales efectos sobre la población en general.
Así, el año ha culminado con una nueva concentración frente al Ministerio de Agricultura, movilizados por el Acuerdo con MERCOSUR que amenaza de forma especialmente grave a la ganadería o a los cítricos de nuestra provincia; además de a otros cultivos como los subtropicales o las frutas y hortalizas. Se trata de producciones, agrícolas y ganaderas, que se verían heridas de muerte ante el tratado internacional pues, en su día a día, tienen ya que afrontar situaciones muy severas como sequías o las consecuencias de la DANA.
Los aprendizajes de la DANA
“Durante décadas no se ha hecho nada pensando en las lluvias ni en el calor. Todo lo que me rodea, en el campo, está abandonado, los cauces, cerrados, sin limpiar. Desde COAG Málaga no paramos de reclamar la limpieza de los cauces y otras actuaciones como acondicionamiento de los carriles para no dejar aisladas las explotaciones. Pero tristemente no se piensa en nuestro medio rural. ¡Ánimo a todos para hoy!”, rotundas palabras del secretario Provincial de COAG Málaga, Antonio Rodríguez quien realizó estas declaraciones ante las desastrosas consecuencias con las que también en la provincia de Málaga se hubo de luchar durante el frente meteorológico que asoló la península a finales de octubre.
Y es que la previsión, el trabajo coordinado de todos los agentes involucrados en el medio natural, incluyendo a los agricultores profesionales y a los ganaderos, o los bomberos del monte, podrían haber ahorrado una gran parte de los destrozos que se produjeron en nuestra provincia. Así, y aunque el sector agrario malagueño no se vio tan afectado como en otras zonas del país (como Comunidad Valenciana o Almería), también aquí se acusó el azote de la DANA, con daños, por ejemplo, de entre 15-20.000€ en explotaciones de 7-8 ha de cítricos que supondrán una disminución importante en la producción de limones, principalmente.
La sequía, una sombra muy alargada
Y es que los efectos del cambio climático presentan muy diversas caras y situaciones. La sequía es una de las más severas por mantener un estado prolongado de carestía en las explotaciones durante los últimos años.
Así, y ante el catastrófico escenario que unas mil explotaciones ganaderas estaban atravesando a finales de verano, COAG Málaga no dudó al reclamar a la Junta de Andalucía un plan estratégico de abastecimiento de agua para las mismas. En este sentido, Antonio Rodríguez, secretario provincial de la organización, instó al Gobierno andaluz a tomarse en serio una situación límite, viéndose obligadas a afrontar la compra de cubas de agua como único medio de salvar a la cabaña.
En ese momento la crisis que estaba viviendo el ganado era acuciante pues “los animales necesitaban agua y los ayuntamientos se eternizaban y paralizaban ante las gestiones necesarias para resolver una realidad urgente, encontrando un poco de alivio gracias a que la Diputación Provincial de Málaga pudo intermediar con ellos, lo que agilizó trámites en alguna medida”, relata Antonio Rodríguez.
Sin embargo, la sequía continúa atenazando al campo malagueño, aún a día de hoy, sobre todo en las zonas con predominio de cultivos de ecológico en secano (principalmente olivar). Así, durante los últimos meses del año, se emprendió un proceso de negociones con la Junta de Andalucía gracias al cual, y de forma exitosa, se consiguió una ampliación del presupuesto inicial para las ayudas extraordinarias por sequía para la provincia de Málaga, entre otras zonas de la Comunidad, denunciando a la vez que esta medida fuera desarrollada sobre una pobre planificación y deficitaria estrategia en su gestión.
Hacia la búsqueda de soluciones frente a la Vespa Orientalis
La principal amenaza que este año se ha cernido sobre la apicultura ha venido bajo el nombre de Vespa Orientalis. Esta especie invasora se extendió en la provincia, y en toda Andalucía, suponiendo un riesgo importante para la salud de los ciudadanos y para nuestro ecosistema, ya que ataca de forma especialmente violenta a las abejas y sus colmenares. Así desde COAG Málaga se exigió a la Consejería de Medio Ambiente un plan de choque urgente para frenar su expansión. Una petición de la que la organización agraria se hizo asimismo responsable, activando iniciativas frente a la dañina plaga. Así, se organizó, junto a la Consejería, una jornada en la que se congregaron los mejores expertos internacionales para analizar la realidad del campo y poner sobre la mesa líneas de actuación coherentes a la misma. Antonio Rodríguez destaca, en este sentido, la importancia de haber dado una respuesta urgente al problema y de haberse puesto “manos a la obra, aunando esfuerzos para establecer unas líneas de trabajo que ayudaron a la provincia a plantar cara a la plaga. No es sólo un desastre para los apicultores, sino también, en un peligro para todos”.
Crisis para la cebolla y aguacate
Ambos productos protagonizaron, tristemente, las peores crisis del sector en este 2024. El caso de la cebolla fue la crónica de una catástrofe, denunciando desde COAG Málaga a la gran distribución, las importaciones y la especulación, como sus culpables. “Cuando la agricultura se convierte en un terreno de especulación, para unos y otros; el agricultor profesional, el que lleva décadas alimentado personas, lo paga”, denunció Antonio Rodríguez en ese momento.
La organización agraria se encargó de poner sobre la mesa las principales causas que se escondían tras el problema, esto es: los intereses especulativos de la gran distribución; las importaciones sin control de terceros países; la competencia desleal y la falta de planificación de la producción, fomentada por agentes intermediarios del canal comercializador. Una situación que han vivido asimismo los productores de aguacate aunque en este caso, fue la sequía, el principal actor que desencadenó la ruina para sus agricultores quienes ya durante la primavera alertaban de una situación calamitosa con importantes pérdidas.
Las medidas necesarias en forma de ayudas
El verano, sin embargo, llegó con una tregua para los profesionales agrarios y ganaderos malagueños. En agosto se publicó la nueva convocatoria de ayudas de la Diputación de Málaga para el sector. En este sentido, Antonio Rodríguez destacó que esta nueva línea presentaba cambios positivos en cuanto a los requisitos de acceso respecto a otras convocatorias, como priorizar a los agricultores y ganaderos cuya renta proviene al menos en el 50% de la actividad agraria, “lo que nos aseguró que ese dinero iría en auxilio de aquellos profesionales que no tienen otras rentas y que, en situaciones de crisis, se ven obligados a cerrar sus explotaciones” -indicaba Rodríguez. Desde COAG Málaga se agradeció el esfuerzo de la Diputación, y especialmente de su presidente, Francisco Salado, y de la diputada del área, Esperanza González, por apoyar económicamente a los agricultores y ganaderos. “Somos conscientes que hay cosas que mejorar, pero queremos destacar que la Diputación es receptiva a las propuestas de rectificación de las organizaciones”, concluía Rodríguez, en este sentido.
Agricultura Ecológica
Nos encontramos ante otra de las áreas que mayor perjuicio ha sufrido a lo largo del año. Durante el mes de junio, COAG Málaga denunció que importantes explotaciones de la provincia que venían beneficiándose de la Ayuda destinada a Cultivo Ecológico, se quedaran fuera de la misma, en especial el almendral montañoso “muy tradicional en la provincia”, según indicaba el secretario Provincial de la organización, Antonio Rodríguez. “Resultaba inaceptable que un 15% de solicitudes en conversión y un 10% en mantenimiento queden fuera de la ayuda. Eso son muchos agricultores/as y ganaderos/as que no van a poder seguir con la actividad, que no van a poder mantenerse en el sector al verse fuera de la ayuda”, explica Rodríguez. Así, la mayoría de agricultores/as y ganaderos/as excluidos de la Ayuda, se han visto desfavorecidos por un sistema de baremación poco sensible, ante lo que, a día de hoy, se sigue trabajando para conseguir que la medida se ajuste de forma más exacta a las necesidades de agricultores/as y ganaderos/as.
Titularidad Compartida
Destacar también la convocatoria de ayudas de Titularidad Compartida que llegó de manos de la Junta de Andalucía durante este ejercicio. Una ayuda positiva para las agricultoras de Málaga, aunque aún susceptible de mejoras. Así, desde COAG Málaga se considera necesario potenciar el alcance a más mujeres pues la línea de ayudas, a pesar de llevar tiempo ya implantada, no tiene la acogida prevista inicialmente. Por tanto, según expone Antonio Rodríguez: “esta es la línea de trabajo, apoyar a los sectores más vulnerables, pero necesitamos afinar más”.