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El tomate de industria no levanta cabeza con pérdidas históricas para los agricultores

Aunque llegó la lluvia tras años de sequía, las dificultades en la siembra, las duras olas de calor y las plagas amenazan hoy la rentabilidad del sector en Andalucía.

  • La campaña es más corta y con una menor producción, en torno al 30 % menos que la media habitual, por lo que COAG exige a las empresas agroalimentarias que suban el precio del tomate en origen.

Llegaba este año la lluvia y se ponía fin a un duro ciclo de años de severa sequía, por lo que las expectativas para el tomate de industria, un cultivo muy social, especialmente en el Bajo Guadalquivir, eran más que altas. Pero el gozo de los agricultores en un pozo, porque la campaña ha arrancado con importantes dificultades que auguran una de las temporadas más complicadas de los últimos años para el sector, aparte del cierre que se produjo por la sequía.

Según explica Diego Bellido, responsable de Productos Transformados de COAG, la campaña comenzó con problemas desde la siembra, que se vieron agravados por la ola de calor de junio, ya que las plantas tuvieron que sufrir 16 días continuados de altas temperaturas, que arrasaron con la primera floración, contingencia que no está cubierta por Agroseguro (Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados), que gestiona los seguros agrarios en España.

“Consecuencia directa de esa larguísima ola de calor -explica Bellido- ha sido la merma de kilos de tomate por hectárea, a lo que, para colmo de males, se han sumado plagas y enfermedades como la ‘Tuta absoluta’ y helióxido (daños por estrés térmico y quemaduras solares en las plantas y frutos). Estos factores se traducen en una campaña más corta y con una producción general en torno al 30% menos que la media habitual”.

“Miles de agricultores van a perder parte o la totalidad de su inversión. Muchos no lograrán cubrir siquiera los gastos de producción, lo que supone un duro golpe para un sector esencial en nuestra región”, añade Bellido.

A esta situación se suma una caída significativa en el precio en origen, que se sitúa 38€/tonelada por debajo de la campaña pasada, agravando todavía más las dificultades económicas de los productores andaluces.

COAG Andalucía subraya la necesidad de que las administraciones y la industria reconozcan esta situación excepcional y la tengan en cuenta para los agricultores afectados. “Exigimos a las empresas agroalimentarias que suban el precio del tomate en origen. Sabemos que el concentrado tomate está incrementando su venta, mientras que la producción ha mermado. No podemos permitir que esta situación lleve a muchos agricultores a la ruina. La campaña de tomate de industria es estratégica para Andalucía, tanto económica como socialmente”, concluye el responsable de Productos Transformados.

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